jueves, 9 de diciembre de 2010

υи мøмeитø

La brisa fría recordaba la nevada de la noche anterior, todo yacía en tremenda calma a su alrededor, el seguía sosteniendo el cigarro a medio consumir, su guitarra yacía inerte en el suelo, hacia mucho que no la dejaba tan abandonada a su fiel compañera, la única amante que no lo había apuñalado por la espalda, pero es que no podía, algo sucedía, no podía tocarla… la magia no estaba.
De pronto, su alma la encontró garabateando en un rincón, su musa, su posible inspiración, el la observó, sin acercarse, casi sin inmutarse, desde la distancia. Ella levantó la vista, sus ojos cristalinos se clavaron en aquel guitarrista y el tiempo se paró allí, en ese rincón, las horas perdieron su rumbo.
El atardecer volvió a caer, y él ilusionado igual que ayer… volvió a rasgar las cuerdas de su guitarra que cortaba el aire con una melodía desgarradoramente bella, que transportaba a tiempos en los que nada importaba, en los que nada malo pasaba.

Esta mini historia va para todos mis amigos músicos, los que han encontrado el amor y los que aún lo buscan. Gracias por llenar mis oidos de buena música gente :)

viernes, 8 de octubre de 2010

geиešıš đe υи αšešıиø eи šeяıe



Era un día soleado de esos de verano en los que a todo el mundo les apetece salir a dar un paseo… ese era uno de esos días para el pequeño Charlie y su padre, iban de caza, Charlie era la primera vez que iba a cazar con su padre, a sus nueve años estaba totalmente emocionado con el hecho, tanto que la noche anterior no había conseguido pegar ojo.

Charlie y su padre avistaron un hermoso alce de gran cornamenta, el hombre hizo un gesto a su hijo para que se quedara detrás y disparó al animal dejándolo herido de muerte, al acercarse a dar el golpe de gracia al precioso ejemplar que yacía agonizante en la hierba se dio cuenta de que éste tenía mas fuerza de la que parecía puesto que con su último halito de vida asestó un golpe mortal al padre de Charlie, quien inmediatamente cayó de rodillas al suelo, sosteniendo sus propias entrañas con las manos, el niño lejos de llorar se quedó anonadado, totalmente ensimismado ante aquel espectáculo de sangre y terror que se desarrollaba ante sus ojos. Así fue como el niño vio morir lenta y dolorosamente a su padre… su primer día de caza. Tras esto Charlie probó el mundo de las tinieblas en todos sus aspectos, un día se encontraba jugando con su mejor amigo cuando éste le propuso un duelo con machetes a forma de práctica, Charlie aceptó pero el duelo se le fue de las manos y clavó el machete en el cuello de su mejor amigo, lejos de ir a buscar auxilio se sentó a su lado con una sonrisa malévola observando cómo su mejor amigo se desangraba, Charlie tenía 15 años y éste era su primer asesinato.



Años después el pequeño Charlie se convertiría en un respetado caballero, valiente y defensor de las creencias cristianas que lucharia en la guerra de los 100 años junto a la gran Juana de Arco, pero que escondía un sórdido secreto: adoraba el reverberar de la sangre, adoraba sentarse en su lecho a ver como alguna quinceañera se desangraba en él y adoraba probar el sabor de la sangre fresca saliendo a borbotones de las arterias yugulares de sus jóvenes víctimas. Charlie se sentía un ser superior, un ser divino al ser capaz de decidir sobre la vida de las personas y así prosiguió hasta que un día los padres de las dulces niñas a las que había asesinado se organizaron para detenerlo, así una mañana fría de diciembre Charlie amaneció con sus ropajes desgarrados colgado del alto pináculo que coronaba la iglesia local.

Esto es una pequeña introducción de lo que vendrá ya que me inspiraré en el conocido Gilles de Rais para hacer unas cuantas de mis historias... espero que las disfruteis, intentaré cargar una por semana.. a ver si cumplo.. besos a todos :)

viernes, 24 de septiembre de 2010

мι αηgєℓ



En la oscuridad de la noche se oyó un estruendo, del cielo un halo de luz trajo el misterio, la luz se abrió paso por entre la oscuridad de sus sueños.

La luz no era otra cosa que un hombre perfecto, caído del cielo… el ser angelical se acercó a ella, ella que tan frágil lloraba en un rincón de aquel mundo oscuro, ella que llevaba su corazón roto en la mano y una capa como escudo, ella que se escondía del mundo, él se arrodilló a su lado, le habló con voz calma y dulce, ella levantó los ojos lentamente, la luz que emanaba de aquel ser casi la cegó por completo, ella había olvidado lo que era mirar a los ojos a alguien y ver claridad, honestidad… pureza.

Él la envolvió en un abrazo cálido, tierno, lleno de cariño que le llegó al alma y la tocó, como pocas veces se siente… como pocas veces se permite, él le dedicó su dulce mirada, sus dulces palabras, ella secó sus lágrimas, dejó que su cielo negro de a poco se despejara, dejó que aquel hombre la sacara de su oscuridad, le enseñara que el sol puede volver a brillar… Y así es como ella volvió a creer en el amor, en la magia, en las cosas positivas que te trae la vida, tan solo le queda dar gracias a Dios por haberle hecho ese regalo, por haberle devuelto la fe, personificando a este ángel, a este hombro incondicional en el que apoyarse, con el que volver a creer, con el que nada será igual.

viernes, 2 de julio de 2010

υи đıα đe øđıø


Con la mirada clavada al frente Alegra no puede pensar en otra cosa, sus brazos caen a un lado inertes, el odio que sentía hace un momento ya no la afectaba, ya no le hervía la sangre, pero las consecuencias estaban allí delante de sí.

Él la había insultado como nadie en su vida lo había hecho, y el deseo de sangre se diparó así como así, ella no lo planeó, ni siquiera lo esperaba, tan solo lo observaba tratarla como a un trapo, quitarle su dignidad, pero ella ya estaba harta, no daba más, necesitaba respirar y en un momento se abalanzó sobre él, con fuerza apartó su rostro y dejó el cuello del incauto infeliz al descubierto, y lo mordió, lo mordió con alma y vida, con todo su ser y sintió su sangre fluir y la sintió escurrirse por la comisura de sus labios, veía como le drenaba la vida gota a gota, pero no le importaba, ella quería más, quería todo aquello que ese cuerpo pudiera dar, y así fue como drenó de sangre aquel recipiente y alzó en su mano un corazón latiendo, pero… era de hielo, nada había en él.


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jueves, 27 de mayo de 2010

§øß®ë tü tümßå

La noche asediaba el pensamiento de Marcos mientras caminaba hacia su casa, no podía dejar de pensar en aquel momento, aquel oscuro recuerdo que siempre guardaba en la mente, le avinagraba el humor y oscurecía su corazón. Marcos caminaba bajo la luna sintiendo la brisa rozar su rostro, sentía como sus cálidas lágrimas se desvanecían ante tal roce, como su calidez se tornaba en una gélida sensación, pero lo merecía… aquella visita al cementerio le había parecido mas perturbadora que las anteriores, recordaba haber llegado ante la tumba de Margarita como si nada, haberla saludado como siempre, pero luego todo cambió, su calma se perturbó, cuando iba a depositar las rosas que solía llevarle, rosas amarillas como a ella solían gustarle, su vista se posó en aquel papel que se suponía que no debía estar allí, le extrañó y la curiosidad pudo más que el respeto a su novia muerta… lo abrió, se arrepentía tanto de haberlo hecho. El papel olía a humedad y a tierra, parecía como que llevara mucho tiempo allí, pero él sabía que no era así porque iba todos los días, llevaba haciéndolo desde que Margarita había muerto, al leer el papel lo dejó caer, lo vio pendular en el aire hasta que se depositó en el suelo… y lo sintió, una mano gélida posada en su hombro, de tacto indemne e indoloro… y se volteo, deseaba no hacerlo pero su curiosidad era más fuerte... y la vio, ahí parada con el mismo vestido, la misma expresión vacía, Margarita estaba igual que el día de su funeral, azorado vio como ella acercaba sus gélidos y mortecinos labios a los suyos, sintió como ella le robaba el alma y lo mataba por dentro, llevándose todo lo bueno que él tenía, y se quedó allí sin poder hacer nada…

martes, 25 de mayo de 2010

€l t®î§të ƒînål

Se siente un estrepitoso estruendo, luego la calma sobreviene, ella se encuentra en un rincón, las manos a la cabeza, su corazón jadeante, sin respuestas. Los muros de su confianza acaban de derribarse, los muros que protegían su ser se desvanecen ante ella, dejándola sola y desprotegida, ella levanta su vista nublada por las lágrimas, no consigue ver más allá de su alma, y siente que la llaman, pero no es la voz que desea oír, no es a quien ella quiere ver, le parece irreal haber vivido una mentira, le parece tan abstracto todo, como una página en blanco sus ojos se van quedando vacíos a medida que pasa el tiempo, a medida que el dolor se la va comiendo por dentro, y llora, llora en silencio, porque sabe que no hay vuelta atrás, que es una muñeca rota para toda la eternidad.

Mira sus manos, las marcas de dolor se hacen visibles y siente, siente como se va rompiendo poco a poco, siente el desgarro, siente la sangre correr, pero nada duele más que ver aquella sombra alejarse sin mirar atrás, nada duele más que saber que esta muñeca no importa ya. El aire comienza a oler a cenizas, la destrucción está completa, ella ya no agoniza, tan sólo… vive sin corazón que palpite, vive sin sentir el aire cálido en su piel, vive pensando en él y todo el dolor que pudo traer.