domingo, 8 de noviembre de 2009

ιиσ¢єи¢ια яσвα∂α


Me siento acurrucada en el rincón más apartado de mi habitación, clavo los ojos en la oscuridad, mi cabeza está entumecida y mi corazón dolorido, tanto que es un dolor casi físico.


Te he herido y lo siento tanto, hubiera preferido ser yo ser la tocada y hundida, hubiera preferido ser yo la que viera sus sueños rotos acumulados en aquel rincón, lo siento mucho mi niño, nunca pretendí ni rozar ese corazón y tengo la sensación de haberlo destruido, lo he corrompido, he vertido mi ser cual veneno sobre él.


He roto tu inocencia, lo siento ¿no lo ves? Mis lágrimas profundas y negras se deshacen en ríos de tinta, mi mano recorre las páginas mientras mi corazón destruido canta sus penas, se desborda e inunda mi alma que se quiebra como un cristal bajo presión. Mi alma ya no es cristalina, y se nota, mis ojos se enturbian, mi mirada es borrosa, mientras te observo, aún después del daño que he hecho me tiendes tu mano, lo siento mi niño, no quiero ver esa mirada triste en ti, en cualquiera menos en ti.




Siento que he profanado la pureza de tu amor, lo siento, nunca pretendí destrozarte, pero eras demasiado frágil y en mis manos te deshiciste y por mis dedos te escurriste tal cual granos de fina arena. Así me hundo en la oscuridad de mi alma mimetizada con mi entorno, quisiera cerrar los ojos y desaparecer, reparar el daño que cause.


Safe Creative #0911084848337

2 comentarios:

  1. Me encantó el relato, y el dibujo es una pasada, de donde lo sacaste?esa es mi raven!!! hehehe

    ResponderEliminar
  2. Je... esto me suena..
    Ese niño de inocencia perdida....
    Yami =3..

    ResponderEliminar